Si estás pensando en adquirir una propiedad en Andorra y no eres residente o llevas menos de tres años viviendo en el país, probablemente necesitarás una autorización como inversor extranjero. También se aplica a empresas con capital extranjero o sociedades andorranas con participación foránea.
Pero lo más relevante no son los trámites. Lo verdaderamente atractivo son las condiciones fiscales que hacen de Andorra un destino excepcional para tu inversión inmobiliaria.
¿Por qué Andorra es interesante para inversores inmobiliarios?
Tributación muy baja
Andorra aplica un impuesto sobre la inversión extranjera inmobiliaria, pero existen mecanismos para reducirlo o incluso eliminarlo parcialmente si cumples ciertos requisitos.
Bonificación del 90% del impuesto
Si el inmueble se destina al alquiler para residencia habitual durante un mínimo de 10 años, puedes acceder a una bonificación del 90% sobre el impuesto aplicable. Es una ventaja difícil de encontrar en otras jurisdicciones.
Exención fiscal por actividad económica
Si adquieres la propiedad para desarrollar una actividad profesional, comercial o industrial, puedes beneficiarte de una exención total, siempre que se demuestre el uso económico del inmueble y no se destine a vivienda.
Impuestos locales reducidos
Los tributos municipales también son muy competitivos. En muchos casos, el impuesto sobre el rendimiento del alquiler comunal puede estar exento o bonificado.
Beneficios adicionales de invertir en Andorra
- No existe impuesto sobre el patrimonio.
- Herencias y donaciones están exentas de tributación.
- Legislación clara, estable y orientada a la protección del inversor.
- Agilidad en la gestión administrativa gracias a la digitalización.
- Ubicación estratégica en el corazón de Europa.
- Clima de seguridad jurídica y estabilidad económica.
Alta calidad de vida y entorno competitivo
Invertir en Andorra no solo es una decisión fiscal inteligente, sino también una oportunidad de diversificación en un entorno moderno, seguro y eficiente.