Qué es el IGI
El Impuesto General Indirecto (IGI) es el equivalente andorrano del IVA/VAT en otros países y se aplica sobre el consumo de bienes y servicios dentro del Principado de Andorra.
El IGI entra en vigor en Andorra el 1 de enero de 2013, como impuesto aplicable a las entregas de bienes, importaciones y prestaciones de servicios en el territorio nacional. Los profesionales y empresarios trasladan este impuesto al usuario, quien soporta la carga impositiva, similar a la normativa europea sobre impuestos al valor añadido.
IGI como impuesto
El IGI (acrónimo de Impost General Indirecte) es el equivalente al IVA en España o a la TVA en Francia. Su introducción permitió eliminar gran parte de los impuestos indirectos anteriores que gravaban el consumo en Andorra, haciendo el sistema más eficiente para las empresas y más justo para los ciudadanos.
El IGI grava las transacciones que implican la entrega de bienes y la prestación de servicios en Andorra, así como las importaciones, por empresarios o profesionales, tanto de forma habitual como ocasional. Las empresas son responsables de recaudar este impuesto de sus clientes y pagarlo posteriormente al gobierno.
Tipos de IGI en Andorra
El IGI andorrano tiene cinco tipos de gravamen:
- Tipo Superreducido (0%), aplicado a:
- Asistencia hospitalaria o sanitaria pública, servicios de asistencia y medicamentos reembolsables por la CASS, transporte en ambulancia.
- Servicios vinculados a la educación (enseñanza, guarderías, clases particulares), deporte y cultura si son prestados por organismos públicos o entidades sin ánimo de lucro.
- Transmisiones de primera vivienda, sellos y efectos timbrados por un importe no superior a su valor facial, y oro de inversión.
- Tipo Reducido (1%), aplicado a:
- Alimentos para el consumo humano (excepto bebidas alcohólicas) y alimentos para animales.
- Agua para consumo humano y animal, animales vivos, semillas y plantas.
- Libros, diarios y revistas sin carácter publicitario.
- Tipo Especial (2,5%), aplicado a:
- Transporte de personas (excepto transporte por cable).
- Servicios culturales privados como bibliotecas, visitas a ferias, museos, galerías, monumentos, y eventos culturales o sociales. También incluye representaciones teatrales, musicales y cinematográficas, y visitas a jardines botánicos, parques zoológicos y espacios naturales protegidos.
- Objetos de arte, colección o antigüedades.
- Tipo General (4,5%), es el más habitual y se aplica a la mayoría de bienes y servicios que no están cubiertos por categorías especiales. Comparado con el IVA en España (21%) y la TVA en Francia (20%), el IGI ofrece un diferencial atractivo, especialmente para el turismo.
- Tipo Incrementado (9,5%), aplicado únicamente a servicios financieros y bancarios.
El IGI es pagado por el consumidor final al adquirir bienes o servicios. Las empresas proveedoras son responsables de recaudar y pagar el impuesto al gobierno. La estructura fiscal de Andorra, con su tipo general relativamente bajo, es un atractivo clave en comparación con sus países vecinos, como España y Francia.
IGI en Andorra 2024
Los períodos de declaración del IGI varían según la cifra de negocio anual de los negocios y comercios:
- Empresas con una facturación inferior a 250.000 euros declaran dos veces al año, en julio y enero.
- Las que facturan menos de 3.600.000 euros declaran en abril, octubre y enero, por los ingresos del trimestre anterior.
- Las que tienen una facturación igual o superior a 3.600.000 euros deben declarar mensualmente.
La ley del IGI establece regímenes especiales adaptados a diferentes actividades y circunstancias empresariales, ajustando la fiscalidad a la realidad de cada negocio.
Con la reforma fiscal aprobada en 2023, las empresas pueden solicitar la devolución periódica de la cuota del IGI, lo que mejora la liquidez y el flujo de caja.
Existe una exención para pequeños empresarios o autónomos cuya cifra de negocio anual no supere los 40.000 euros, lo que les permite no ser considerados empresarios o profesionales a efectos del IGI, simplificando su gestión tributaria.
Los residentes andorranos tienen una ventaja al realizar compras en otros países, especialmente en la Unión Europea. Al comprar productos en el extranjero, pueden solicitar el «tax free» o devolución del IVA/VAT al llevar los productos de vuelta a Andorra y pagar el correspondiente IGI en aduanas.
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